Cuatro días de enfrentamientos en el centro de El Cairo y
otras ciudades. Para algunos es el caos de unos fanáticos de football, para
otros son los enemigos del estado y la estabilidad, y para otros es un episodio
nuevo de esta revolución que empezó hace un año. Resultados de estos cuatro
días: 12 muertos y casi 1500 heridos, sin contar a los 74 que han sido
asesinados en el estadio, a manos de la policía y los hombres del régimen,
(aprovecho la ocasión para saludar a los medios de comunicación)... Caos provocado
por parte de la cúpula militar, para castigar a la población y para forzar la
idea de que la revolución significa desastre... fuerzas políticas de todo tipo,
toma una de dos posiciones: Ser enemigos de la protesta y toman el lado del
régimen, como las fuerzas islamistas. Y otras fuerzas que están completamente
fuera de la realidad, aisladas y parece como que se fueran enfermos
mentalmente. Tomaron la postura ridícula de “parar la sangre”... Nuevos muros
de separación en el centro de El cairo, 8 de bloques de cemento y otra docena
de metal. Es decir, el cuadro del estado, que contiene el parlamento, el
consejo de ministros, el ministerio de interiores y otros ministerios, esta
como se fuera una zona militar cerrada. Son muros que anuncian solamente el fracaso
y el miedo de todos los que tienen poder en este país. Al otro lado de estos
muros, jóvenes, en su mayoría de las clases mas pobres, celebrando cualquier
detalle, aunque sea pequeña. Lloran a los que caen en sus filas y luego comen
un bocadillo y intercambian chistes, mientras que tiran piedras y reciben las
bombas de gas o las balas. Es probable que no tengan una victoria clara esta
vez, mas que el anuncio evidente de que son la única parte sólida aquí, la que
no puede dar marcha atrás. El taxista de a noche me dice: (Tenéis que venir a
quemar esto), señalando una sede de la policía secreta.
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