Nunca
vi El Cairo con los coches y taxis parados por falta de todo tipo de gasolina y
solar. Nunca estuve tanto tiempo en la calle esperando un taxi. Y nunca vi
gente que no pueden ir a sus trabajos en zonas lejanas por no poder usar sus
coches. La tensión aumenta cada hora mientras que acerca la fecha del 30 de
junio. Los islamistas por su lado intentan a crear una batalla sectaria, entre religiones.
Su propagando decían que los que quieren acabar con su régimen son los
cristianos y los comunistas. Pero para tener una unidad de las filas de la
mayoría Suní detrás de ellos empiezan a crear un enemigo imaginario, los chiíes.
Hace dos días en un pueblo cercano a El Cairo, Abu Alnomros, una familia de
cuatro personas han sido quemados, torturados y asesinados frente del resto del
pueblo, por ser Chiíes. Uno de allí me comento como los de la formación de los
Hermanos Musulmanes y Salafistas prepararon la matanza durante una semana. Pusieron
altavoces fuera de las mezquitas animando y calentando a los jóvenes para que
acaban con la familia, hasta que algunos ya estaban preparados a nivel de animo
a acabar con el “enemigo” y fueron hacia la casa. En este momento desaparecieron
los Salafistas y los de los Hermanos Musulmanes.
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